Gracias a Erika Sofía Silva Aguilera (@erisofi) por compartir esta entrada de Tatiana Tovar (@ambito7), en donde ha recogido algunas de los consejos o habilidades (“superpoderes” llama ella) de algunos destacados blogueros. La suma de todos estos poderes constituiría un autor de posts perfectos, que debería poseer:
- Don de gentes y gusto por el diálogo (especialmente en entornos 2.0)
- Conocer las claves del SEO para lograr un buen posicionamiento por palabras clave y contenidos potenciados por los buscadores
- La stamina o capacidad de aguantar sobre el pedal (en este caso sobre el teclado, ratón y pantalla). La resistencia.
- Segmentación del mercado: saber a quién te diriges, y centrarte en tu nicho lector
- Dominio de la técnica de la escritura en la pantalla y el formato blog. Los medios, los soportes, las tradiciones culturales -los géneros literarios-, producen unas formas que son preceptivas en cada contexto concreto. El blog es un género de la escritura, con un soporte de publicación concreto y requiere unas especificidades, como cualquier otro género literario, periodístico, histórico, etc.
- Tener conocimientos técnicos y de programación. Es un punto que en cierto modo va de la mano del anterior. Es un medio digital, que requiere habilidades de manejo en este entorno, cuanto más avanzadas mejor, claro.
- El elemento de la sorpresa y la creatividad. Pero la técnica no es nada sin el vuelo de la imaginación.
Para mí -aunque la idea no es original mía, se la he leído ya a varias personas-, la clave de un bloguero profesional está está en la constancia. Que diferencio de la fuerza o la resistencia. La constancia tiene que ver más con aspectos psicológicos que con los físicos. Tiene que ver con la motivación, la planificación, la capacidad de organización, el gusto por la tarea, la autodisplina y el orden, la voluntad. El post diario es fundamental. Lo demás viene detrás y por añadidura. La costumbre de escribir hace al escritor, de blog o de lo que sea. El oficio se aprende practicándolo.